Sin el análisis digital, un e-commerce no es nada. Nos encontramos frente a un mercado totalmente competitivo en el que día a día surgen nuevos negocios online con miles de empresas y marcas que luchan por ser el número uno del mercado y con, verdaderamente, ideas muy punteras.
Iniciarse en el sector digital ya comporta eso, analizar diariamente a tu competencia y, especialmente, a ti mismo. Los miles de datos que puedes recabar te servirán para optimizar tus ventas y, poco a poco, ir ganando terreno en el sector.
Optimizar campañas
Existen una serie de aspectos claves en la analítica digital de todo e-commerce, pero básicamente cuelgan de dos palos: conocer mejor a tu público y optimizar las campañas de marketing con relación a ellos. Si tenemos estas dos vertientes controladas, todo será un poco más fácil. Pero, dentro de cada una de ellas hay que analizar varios factores.
Para tener a tu público contento y que se convierta en recurrente, debemos conocer qué productos le pueden gustar, cada cuanto se conectan a la web, cuánto tiempo pasan en ella, cuál es la razón por la que podrían abandonar el carrito, desde qué dispositivos se suelen conectar, entre otros aspectos. Además, poder analizar estos factores también nos dará pistas sobre qué productos o servicios podemos eliminar de la tienda ya que son los que menos salida tendrían.
Por otro lado, es esencial orientar tus campañas hacia aquello que le guste más a tu público, para conseguir que sean mucho más efectivas. Midiendo el ROI podrás optimizarlas al máximo y conocer qué acciones te resultan más convenientes para el tipo de producto o servicio que vendas y el público al que quieres dirigirte.
Recopilar, medir y actuar
Para lograr alcanzar este nivel de optimización, tendrás que pasar por tres estadios diferentes de analítica web: la recopilación de datos, la medición y la actuación. De esta manera, podrás decantarte por aquello que más se adecua a tu e-commerce.
Lo más rápido y sencillo para obtener todos los datos que necesitamos para medirlos es hacerlo a través de una herramienta como es Google Analytics, que se encarga de recopilar información de cada una de las personas que han entrado en nuestra tienda online.
Seguidamente hay que analizar minuciosamente todos esos datos obtenidos, filtrarlos y buscar aquella información que queramos extraer. No es lo mismo querer conocer una métrica relacionada con el tiempo de estancia por parte de los usuarios en tu tienda online que a través de dónde acuden o cuál es la tasa de rebote de los últimos meses.
En cuanto tengamos los datos cribados, es muy importante saber interpretarlos para actuar de la manera más correcta posible. Algunos de ellos nos pueden dar pistas de que debemos impulsar más la parte de SEO, de publicidad o la de inbound marketing para mejorar nuestras estadísticas.
Datos esenciales analizables
Como ya hemos dicho anteriormente, existen miles de datos que podemos extraer de nuestro e-commerce, pero vamos a enumerar los más esenciales y aquellos con los que podemos luego mejorar nuestra conversión:
- Tráfico: Para lograr aumentar las ventas debemos estudiar cuántas personas visitan nuestra web (de manera mensual, anual, por horas, en picos de ventas…). Si estamos realizando campañas específicas en un periodo del año es más común que esas cifras crezcan. En el caso de que no lo hagan, estudia la razón. Además, si observas que tienes un pico de tráfico un jueves o un viernes, no malgastes dinero en crear campañas para los fines de semana.
- Visitas recurrentes: No es lo mismo una visita única que una recurrente. Que un mismo cliente entre varias veces a tu página web significa algo: que está interesado en tu marca o en un producto específico. Tienes que observar cuánto tiempo está en el e-commerce y si siempre visita las mismas páginas. Todo ello te dará muchas pistas de por qué no está realizando finalmente la compra. Además, si hemos lanzado una campaña específica con la URL de un producto y tiene una tasa elevada de rebote pero sin compra, es que algo está fallando.
- Fuente de tráfico: Los canales por lo que el usuario llega a la tienda online. Si ves que tu cliente acude a través de una campaña de marketing que has lanzado es que funciona realmente bien. Otras veces lo pueden hacer a través de publicaciones en redes sociales y estará bien saberlo para hacer hincapié en ellas. El tipo de tráfico se suele dividir entre el orgánico (SEO, o tráfico natural), el inorgánico (SEA o de pago), el directo (tecleando la propia URL de destino) y el social (proveniente de redes sociales).
- Dispositivos: Es esencial tener la página web adaptada a la visualización de diferentes dispositivos. Actualmente los usuarios pueden estar viendo tu tienda online a través del ordenador, la tablet o el teléfono móvil. Conocer de dónde provienen y saber si finalmente compran o solo miran nos dará pistas de si hay algo que podamos mejorar.