Contar con un buen centro logístico es esencial para optimizar la cadena de suministro de cualquier empresa. La transformación logística que estamos viviendo en los últimos años, además, ha desencadenado que surjan nuevos modelos adaptados a las necesidades actuales.
Los centros logísticos engloban todas aquellas actividades logísticas y de transporte que forman parte del almacenaje, preparación y distribución de los productos. En inglés se conoce como fulfillment center y se relaciona con las acciones de recepción, transporte interno y envío de dichas mercancías.
Estos centros logísticos, por norma, están ubicados cerca de nudos de comunicaciones para que sea más fácil el transporte de los bienes. En función de su ubicación y el tipo de actividad que puedan realizar se conocen diferentes tipos como el ZAL, el Puerto Seco o el Hub Logístico.
La principal diferencia entre las tipologías de centros de actividades logísticas es su cometido dentro de la cadena de distribución y, también, su ubicación. Mientras que el ZAL debe estar siempre situado, o con una excelente conexión intermodal, al transporte aéreo, marítimo y terrestre, el Puerto Seco y el Hub Logístico pueden estar más apartados de grandes urbes, aunque siempre con buena conexión ferrovial o de carretera.
ZAL: Conexión intermodal mar, tierra y aire
¿Qué es un ZAL? Sus siglas significan Zona de Actividad Logística y son aquellas infraestructuras que están ligadas a las actividades portuarias, aéreas o terrestres. Su principal característica es su excelente ubicación geográfica, ya que cuentan con buenas conexiones y son pioneros en logística intermodal con diversos tipos de transportes. Permiten que las empresas con grandes volúmenes de producción o comercialización puedan enviar sus mercancías de un punto a otro gracias a esta creación de redes de transporte.
Otra de sus principales ventajas es que al tratarse de nexos de unión facilitan el transporte de mercancías entre ellos y simplifican la carga de contenedores, almacenamiento, etiquetado y controles. Además, al ser una zona integrada y especializada en logística y transporte, mejora notablemente la eficiencia y, por tanto, ayuda a reducir los costes generados. También cuentan con zonas específicas para, por ejemplo, mercancías peligrosas o maquinarias pesadas con normas y tecnologías específicas para gestionar dichos transportes.
Contar con una zona acotada para gestionar todos estos procesos logísticos e integrar diferentes tipos de transporte, permite agilizar los procesos y mejorar la cadena logística en la que están implicados diferentes actores como fabricantes, distribuidores, vendedores o transportistas.
Las Zonas de Actividad Logística más conocidas en España son la ZAL de Barcelona, la Zal Bahía de Algeciras, la Zal de Valencia y la Zal del Arco Atlántico. La de la capital catalana está integrada con el puerto de Barcelona y se encuentra a 2 quilómetros del Aeropuerto de El Prat. Además, cuenta con una red de ferrocarril con una estación propia multimodal para las 80 empresas que hay instaladas. Con una superficie total de 25.000 metros cuadrados de naves, es la ZAL pionera en España.
La Zal Bahía de Algeciras es un proyecto integrado dentro del Plan de Infraestructuras para la Sostenibilidad de Transporte en Andalucía y tiene como objetivo alcanzar las 2.800 hectáreas entre sus nodos portuarios y de interior. Además, cuenta con una situación óptima al tratarse de un punto de conexión entre Europa y el norte de África.
Zalia es el proyecto logístico centrado en Asturias que pretende ofrecer un servicio intermodal con los puertos de Gijón y Avilés dentro del Corredor Atlántico. Por su parte, la ZAL de Valencia abarca unos 773.000 metros cuadrados y se alza entre una de los más importantes de España.
Puerto Seco: el soporte logístico para almacenar contenedores
El gran volumen de mercancías que se gestionan día a día ha hecho que los operadores logísticos necesiten de grandes superficies para almacenarlas. El uso de contenedores facilita el transporte y evita daños en las cargas. El problema viene a la hora de acumularlos. Por eso mismo, cada vez son más los lugares en los que se instalan los denominados Puertos Secos. Se tratan de grandes extensiones de superficies en las que acumular dichos contenedores para luego poder distribuir su carga a otros lugares, como son los Hubs Logísticos.
El Puerto Seco se acostumbra a encontrar a las afueras de grandes ciudades, siempre conectado a través de transporte por carretera o ferrovial y en los que se prioriza una única UTI (Unidad de Transporte Intermodal) como es el contenedor marítimo, lo que hace que las gestiones logísticas sean mucho más ágiles. Las aduanas de este tipo de Puertos Secos funcionan de la misma manera que la de los puertos marítimos, es decir, se realizan controles, papeleos y gestiones de envío y recepción.
Actualmente, en España destacan el Puerto Seco de Antequera, que da soporte al puerto de Málaga y de Algeciras; el de Coslada; y el de Azuqueca, primero en la península y que opera desde 1996.
Hubs Logísticos: gestión y distribución de mercancías
Una vez tengamos la mercancía, ya sea en un ZAL o en un Puerto Seco, hay que gestionarla para que pueda llegar al cliente final. De eso se encargan los Hubs Logísticos. Se tratan de nodos logísticos en los que tienen lugar todas las actividades vinculadas con el transporte y la distribución de esa mercancía.
En la misma zona del Hub Logístico suelen operar diferentes empresas de transporte y, por eso mismo, suelen ser más eficientes. Cuentan con buenas conexiones que reducen los tiempos de tránsito y entrega, además de tener unas buenas infraestructuras para favorecer las cargas como son los muelles y las grúas.
En un mismo Hub Logístico podemos encontrar a grandes empresas que entregan y cargan mercancía hasta aquellos operadores logísticos que se encargan de otros procesos como el crossdocking, el picking o el packing.