El servicio postal Royal Mail ha iniciado un plan piloto en Reino Unido con el que, a lo largo de tres meses, realizará entregas con drones de cartas y pequeña paquetería entre las islas Orcadas. Teniendo en cuenta las largas distancias que hay entre estas islas y lo complicado de su geografía, este método de entrega aligerará este servicio.
El plan, que se ha puesto en marcha a principios de agosto, tiene como objetivo transportar este tipo de paquetería entre la oficina de reparto de Royal Mail que se encuentra en la población de Kirkwall y llevarla hasta Stromness, donde los drones serán los encargados de transportar los envíos de Graemsay para que sus trabajadores puedan realizar sus habituales surtas de reparto en las islas.
«Aprovechando la tecnología de los drones, estamos revolucionando los servicios postales en comunidades remotas, proporcionando una entrega más eficiente y puntual, y ayudando a reducir la necesidad de vehículos que producen emisiones», ha detallado Alex Brown, director de Skyports Drone Services, socio del Royal Mail, a Euronews.
A pesar de que inicialmente el plan piloto sólo durará tres meses, se espera que su éxito logre que se instaure como un servicio logístico permanente en las islas y, a su vez, se entienda a otros lugares con dificultades de reparto.
Drones para logística urbana
Respecto al dron, se trata del modelo DLV-2 de la firma Speedbird Aero. Cuenta con una capacidad de transporte de hasta 6 kg y puede operar en un radio de hasta 3 km. El dron está diseñado para la logística urbana con el fin de entregar productos ligeros como medicamentos, alimentos o paquetería de e-commerce.
Chris Paxton, jefe de pruebas de drones en Royal Mail, ha afirmado, en declaraciones recogidas por la BBC, que están “muy orgullosos de trabajar con Skyports” para realizar este tipo de entregas. «El uso de un dron totalmente eléctrico respalda el impulso continuo de Royal Mail para reducir las emisiones asociadas con nuestras operaciones, al tiempo que conecta las comunidades isleñas a las que entregamos», ha detallado Paxton.
Este tipo de entregas de bajas emisiones también fomentarán que Royal Mail continúe apostando por las operaciones que cuidan el medioambiente. Según aseguran desde la propia compañía, con la red «Feet on the Street» más grande del Reino Unido con más de 90.000 carteros, Royal Mail ya tiene las emisiones de CO2e reportadas más bajas por paquete entre las principales empresas de entrega del Reino Unido.
Futuro prometedor
En relación al uso de los vehículos aéreos no tripulados (también llamados UAV, por sus siglas en inglés), desde Royal Mail aseguran que “siguen viendo una serie de beneficios potenciales en su uso”. Mencionan especialmente su mayor confiabilidad en sus usos meteorológicos más complicados, sus costos reducidos a largo plazo, y su conectividad para comunidades más remotas.
Según los resultados que se obtengan a lo largo de estos tres meses de pruebas, Royal Mail considerará este tipo de tecnología logística para ayudar a carteros de otras áreas remotas en su entrega de cartas y pequeña paquetería en el Reino Unido.
“Hemos visto un gran aumento en los volúmenes de paquetes desde el comienzo de la pandemia. Esta es solo una de las formas en que buscamos ayudar a nuestro personal a brindar servicios rápidos, convenientes y con menos emisiones para todos nuestros clientes”, han afirmado desde la propia compañía.
Por su parte, Alistair Carmichael, diputado por Orkney y Shetland, ha asegurado en unas declaraciones recogidas por Euronews que «todo lo que contribuya a mantener el servicio universal, especialmente en las zonas de las islas de más difícil acceso, es algo que debemos apoyar. ”
Experiencia con entregas autónomas
La experiencia de Royal Mail con las entregas a través de drones viene de lejos. Según detallan, la última prueba que realizaron se llevó a cabo en el mes de abril en las Islas Shetland, en el que entregaron correo en el aeropuerto de Tingwall. Lo realizaron con un dron que recorrió 50 millas en cada sentido.
A finales de 2020, realizaron su primera entrega con drones a un faro remoto de la Isla de Mull utilizando su vehículo aéreo no tripulado más pequeño y que realizó tanto el despegue como el aterrizaje de manera vertical.
Hace casi dos años, probaron vuelos autónomos programados en las Islas Orkney. Reconocen que fueron los primeros pasos hacia el objetivo de la compañía que era el de “desarrollar un sistema de emisiones permanente, confiable y de menor emisión a través de entregas para comunidades remotas por un UAV”.
Unos meses antes, en mayo de 2021, ejecutaron una prueba de un mes en un ‘puente aéreo’ financiado por el gobierno. Se cubrió la ruta entre Cornualles hasta las Islas Sorlingas usando un UAV de ala fija que transportaba kits de prueba COVID a unas 70 millas.