La Comisión Europea, con su presidenta Ursula Von der Leyen a la cabeza, está ultimando el proyecto que introducirá un sistema de identificación único en Europa llamado cartera de identidad digital europea o EU Digital ID Wallet. Este tipo de identidad permitirá que los ciudadanos de la UE puedan guardar de manera segura y confidencial sus documentos en una aplicación digital.
De esta manera, se podrá simplificar dicha información y permitirá que los usuarios puedan realizar gestiones, de ámbito público o privado, en los diferentes países de la Unión Europea sin tener que aportar de manera física los documentos acreditativos. Esta nueva realidad plantea una solución segura, práctica, interoperable y eficiente usando la autenticación avanzada y las tecnologías más punteras de encriptación digital.
Este tipo de identificación permitirá el reconocimiento mutuo de los sistemas de identificación electrónica entre los diferentes países de la UE. Así, serán los mismos ciudadanos los que puedan identificarse y verificar su información personal, estén en el país europeo en el que estén.
«Cada vez que una aplicación o un sitio web nos pide que creemos una nueva identidad digital o que nos conectemos fácilmente a través de una gran plataforma, en realidad no tenemos ni idea de lo que sucede con nuestros datos.», ha detallado Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, en declaraciones recogidas por la propia web oficial de la Comisión Europea, y ha añadido: “queremos crear una identidad en la que confiemos y que todo ciudadano pueda utilizar en cualquier lugar de Europa para cualquier tipo de operación, desde el pago de sus impuestos hasta el alquiler de una bicicleta. Una tecnología que nos permita controlar qué datos se utilizan y cómo».
Abanico de ventajas y funcionalidades
La digitalización está presente en la mayor parte de nuestra vida y tras la pandemia y el confinamiento por la COVID-19 ya son muy pocos los procesos que no se puedan hacer online. Durante los últimos años, la UE se ha querido sumar a la digitalización y, según asegura, espera presentar la aplicación de Identidad Digital Europea para 2024. Cabe destacar que actualmente solo un 60% de la población de la Unión Europea, en sus 14 Estados miembros, puede utilizar su identificación electrónica nacional de manera transfronteriza.
Pero ¿cómo funciona y qué usos podemos darle? Se puede usar a través de carteras digitales que están disponibles en las aplicaciones de los móviles y otros dispositivos con aplicaciones mobile. Tan solo es necesario descargarlas e instalarlas en los teléfonos.
Sus usos más comunes son: poder identificarse tanto en línea como de manera offline; solicitar certificados médicos, de nacimiento o cambio de domicilios; abrir una cuenta bancaria; presentar una declaración de impuestos; solicitar una plaza en la universidad; guardar una receta médica para poder usarla en cualquier país de Europa; registrarse en un hotel; alquilar un coche con un permiso de conducir digital…
Aunque es un gran avance para la sociedad digital, la propia UE han resaltado que el uso de la cartera digital será totalmente voluntario y ha pedido a los organismos que no excluyan de ninguna manera a aquellos ciudadanos que decidan no utilizarla.
¿En qué punto nos encontramos?
Si echamos la vista atrás, en 2014, ya hace prácticamente 10 años, se exigió a los Veintisiete a que establecieran unos sistemas nacionales de identificación electrónica que cumplieran con ciertas normas de seguridad. Estos sistemas, únicamente nacionales, lo que conseguían era conectarse entre ellos para permitir a los usuarios utilizar sus documentos de identidad electrónicos y acceder de manera online a otros países de la UE.
Años después, en 2021, la Comisión presentó una propuesta centrada en el marco del reglamento eIDAS (identificación electrónica, autenticación y servicios de confianza) con el objetivo de que, como mucho, en 2030 al menos un 80% de los ciudadanos pudieran utilizar sus identidades de manera digital para acceder a los principales servicios públicos con los que cuenta la UE. El informe sobre la actualización propuesta, que fue adoptado por la Comisión de Industria, Investigación y Energía, detalla “la importancia de garantizar que los sistemas nacionales trabajen entre sí, sean fáciles de usar y que los ciudadanos tengan el control sobre sus datos personales”.
Actualmente, desde finales del pasado año, ya está en marcha la prueba piloto del monedero digital de la Unión Europea. Para llevarlo a cabo, el Consorcio NOBID, formado por países nórdicos, bálticos, Alemania e Italia, junto a la ayuda de fondos del Programa Digital Europa de la Comisión de la EU, ya han iniciado sus pruebas. Según afirma el propio Consorcio, se encargarán “de los pagos, aprovechando una infraestructura ya creada para llevar a cabo dichas transacciones instantáneas y las transferencias cuenta a cuenta”. También contará con la ayuda de compañías tecnológicas reconocidas en la UE como Thales, iProov, Signicat, RB, Auokenni o IPZS, entre otras.