La gran demanda de gas natural y la situación en Ucrania han hecho que la Unión Europea ponga en marcha una estrategia para diversificar sus opciones energéticas. Es por ello por lo que cada vez son más los países que están optando por comprar o alquilar gasificadoras flotantes y hacer frente así a esta creciente petición de gas como fuente principal de energía.
¿Qué es el Gas Natural Licuado (GNL)? Se trata de gas natural que se licua enfriándolo a -160°C, y en ese estado ocupa solo 1/600 del volumen del gas natural, por lo que resulta fácil de transportar en barcos especiales. Una vez recalentado, vuelve a su estado gaseoso y se inyecta en las redes de gasoductos.
El Viejo Continente, en 2020, seguía dependiendo cuantiosamente de los recursos rusos. España llegaba a copar cerca del 11% de dependencia, mientras que Francia llegaba al 20%. Los países más necesitados de este gas eran Italia (41%) y Alemania (46%). Los alemanes han sido los últimos que han anunciado la puesta en marcha de la construcción exprés de dos regasificadoras, ya que hasta el momento no contaban con ninguna en el país.
Terminales flotantes de GNL
A diferencia de otros países europeos, Alemania no contaba con terminales de regasificación en su territorio y recibía la mayor parte de su gas (el 55%) a través del gasoducto Nord Stream, situado en el mar Báltico. Tras los acontecimientos en Ucrania en 2022, Alemania decidió buscar otras vías de suministro, entre las que destacan la importación de gas licuado a través de puertos neerlandeses, belgas y franceses.
Tras ese cambio, a finales del pasado año, el Gobierno alemán de Scholz anunció la construcción en el país de seis terminales flotantes para importar gas licuado. La primera de ellas, instalada a finales de 2022 en el puerto norteño de Wikhelmshaven. La terminal, llamada Höegh Esperanza, es un buque de los denominados FSRU: Unidad Flotante de Almacenamiento y Regasificación (por sus siglas en inglés).
En diciembre, en su primera carga, el buque procedía de España concretamente de la planta de Sagunt. En ese momento había cargado 167.000 metros cúbicos de gas nigeriano, una cantidad suficiente para el consumo anual de entre 50.000 y 80.000 hogares. Dicha infraestructura española es clave por su ubicación en el mediterráneo y por su proximidad a enclaves productores como lo son África y Oriente Medio.
La regasificadora del puerto de Sagunt ha visto incrementada considerablemente su producción. Sólo durante el mes de agosto, la planta de Saggas había incrementado su regasificación un 55% y había descargado el mismo número de buques (38) que en todo el año anterior. Por lo que hace a los buques para exportación, pasaron de cinco en todo el año 2021 a 16 solo en los primeros seis meses de 2022.
Tras la puesta en marcha de la primera terminal flotante, Alemania está llevando a cabo la construcción de otras cinco. El conjunto de las seis regasificadoras proporcionará más de 25.000 millones de metros cúbicos de gas anualmente, lo que supone un tercio de las necesidades alemanas para el invierno del próximo año.
“La decisión inicial de elegir Wilhelmshaven como centro para las importaciones de GNL fue la correcta. La infraestructura portuaria existente y las excelentes condiciones generales han contribuido a que el proyecto se convierta en un caso de éxito. Esto fue posible sobre todo gracias a la coordinación precisa y la cooperación altamente profesional de todos los socios del proyecto”, afirmo a Reuters el ministro de Asuntos Económicos de Baja Sajonia, Olaf Lies, en su inauguración a finales de año.
Energética con firma gallega
La empresa gallega Reganosa ha sido la elegida por la segunda energética del país, RWE, para llevar a cabo su nueva regasificadora flotante a lo largo del primer trimestre de 2023. Reganosa será la encargada de poner en marcha, operar y mantener una nueva terminal de regasificación que se encontrará en la desembocadura del río Elba, en Brünsbuttel.
Se estima que en su primera fase esta regasificadora proporciones unos 3.500 millones de metros cúbicos anuales a la red alemana y que, a partir del próximo invierno, alcance los 7.500 millones. Estos datos supondrían un 8% del consumo privado de gas alemán.
“Se está habilitando en esta ubicación una regasificadora flotante que permitirá a Alemania diversificar por mar su actual cesta de abastecimiento energético, como resultado de un proceso de evaluación de operadores europeos. RWE ha confiado a Reganosa la supervisión de los trabajos previos a la entrada en servicio de las instalaciones y la ha escogido para operar y mantener la planta a lo largo de los próximos años”, ha detallado Emilio Bruquetas, director general de la empresa gallega, a Europa Press.