Los métodos de pago están evolucionando de una manera inesperada. Y no sólo en las plataformas digitales, también los pagos en comercios físicos. La pandemia y el confinamiento han sido las causas principales de esta transformación, ya que durante muchos meses se intentó evitar al máximo posible el contacto físico entre personas, lo que limitaba el pago con efectivo en comercios a pie de calle. A pesar de haber vuelto a la normalidad, esta tendencia parece que se ha instaurado entre la gran mayoría de la población.
Según el estudio ‘Medios de pago: 2025 y más allá’ realizado por PWC España, se prevé que en 2030 los pagos electrónicos se tripliquen en el mundo, hasta llegar a superar los tres billones de operaciones. Además, detallan que entre 2020 y 2025 las transacciones electrónicas crecerán un 82% pasando de un billón a 1,8 billones de operaciones. Este crecimiento será del 61% entre 2025 y 2030, alcanzando la cifra citada anteriormente.
El auge de las carteras digitales
Los pagos a través de dispositivos móviles son la principal tendencia a la hora de apostar por las transacciones digitales. Las llamadas carteras digitales o e-wallets permiten el almacenaje de distintos métodos de pago en un mismo smartphone. Los más conocidos y usados hasta la fecha son Apple Pay, Google Play y WechatPay. Según el estudio de Financial Services Technology Group, recogido por PWC, a lo largo de 2020 el uso de los e-wallets creció un 7% a nivel mundial.
Las carteras digitales necesitan ser totalmente seguras ya que son un método de almacenamiento de datos muy poderoso. El mismo informe detalla que en los próximos cinco años los cambios regulatorios relacionados con la privacidad de datos y la ciberseguridad de los métodos de pago son las principales preocupaciones para el 48% de los directivos del sector.
Cabe destacar que estos pagos digitales generan un 90% de los datos útiles de los clientes para los bancos, entre los que destacan: quién compra qué, cada cuánto y en qué momentos lo hace. Todo ello está creando nuevas fuentes de ingresos para las empresas que monetizan esta información. Por eso mismo, en el caso de no cuidar esta privacidad, incluir ciertos datos y métodos de pago en nuestros dispositivos puede generar riesgos.
La revolución de Bizum
Otro de los métodos de pago que ha transformado nuestra manera de hacer transacciones es Bizum. En sus inicios, esta aplicación móvil se usó para pasar dinero de una persona a otra de una manera mucho más sencilla y, sobre todo, rápida. Actualmente, son cada vez más los comercios, digitales y físicos, que han empezado a incorporarla a sus métodos de pago.
Según detalla El País, Bizum conmocionó el sector de los pagos en 2022 cuando se realizaron 24 ‘bizums’ por segundo. Esta cifra supone 762 millones de operaciones con un valor total de 40.700 millones de euros, con una media de 53 euros por transacción. Sorprendente ya que la plataforma logró en un año el mismo número de operaciones que alcanzó en los cinco ejercicios anteriores.
El director general de Bizum, Ángel Nigorra, ha afirmado que “estas cifras muestran la consolidación de Bizum como un método de pago sencillo, rápido y seguro, que adquiere un perfil más universal a su evolución hacia nuevos usos”.
Si bien es cierto que su gran acogida ha estado entre las transacciones de los comercios digitales, con 15 millones de compras mediante Bizum (6,5 millones de euros durante el Black Friday), los pagos en comercios físicos también empiezan a despuntar. Según asegura la propia compañía, durante 2022 se realizaron 226.000 operaciones como forma de pago en los establecimientos de Loterías y Apuestas del estado, con un volumen que alcanzó los 2,4 millones de euros, y unos cobros por valor de más de 24 millones.
Instauración de los códigos QR
Los pagos móviles a través de los llamados códigos QR también brotaron durante la pandemia y son muchos los locales que han continuado con esta estrategia, especialmente en el sector de la hostelería. Según detalla la publicación El Cronista, a través de un estudio realizado por el Banco Central, actualmente uno de cada cuatro pagos realizados a través de transferencia digital se inicia mediante un código QR.
A lo largo de la primera quincena de enero se registraron 253.056 operaciones, lo que supone un incremento del 440% respecto al promedio diario del mismo periodo del año anterior. Además, el Banco Central detalla que desde la adopción de este método de transacción ya se han realizado más de 52 millones de operaciones a través de este sistema.
Parece ser que los métodos de pago digitales están ganando terreno a los físicos. Empieza a ser algo poco común el pagar en efectivo. Cada vez son más las empresas de pagos que están lanzando al mercado sus novedades y poco a poco los usuarios se van apuntando a esta tendencia. ¿Desaparecerá el dinero en efectivo a lo largo de la próxima década?