El paro de los transportistas que el sector alimentario vivió hace unas semanas generó un cuello de botella similar al que vivió el transporte marítimo en China a finales del pasado año. El aumento del precio del combustible sigue haciendo insostenible la situación que viven los transportistas, según afirman desde la Plataforma para la Defensa del Sector de Transporte de Mercancías por Carretera, y ponen de nuevo en riesgo al sector agroalimentario, con otro parón “más serio que el que hubo”.
Lidiar con la presión sobre la cadena de suministro será uno de los principales retos si vuelve a repetirse el mismo escenario, que ya supuso cerca de 600 millones de euros, según cálculos de la AECOC (Asociación de Fabricantes y Distribuidores). Pero, además, aparecen otros desafíos que marcarán la industria alimentaria en los próximos años. La compra online de alimentos que, antes de la pandemia apenas representaba el 8% del e-commerce, alcanzó en el primer semestre de 2021 el 13,7% según un estudio elaborado por la compañía especializada en análisis de datos, Kantar. Aunque en un principio este cambio se produjo por necesidad, la compra de alimentos a través de Internet es ya la opción elegida por 4 de cada 10 españoles, según el informe “Entendiendo al nuevo shopper post-covid”, de The Retail Factory.
Tendencias en la industria alimentaria
Según el estudio elaborado por Mckinsey & Company, “State of Grocery Europe 2022: Navigating the market headwinds”,la compra online de alimentos crecerá en Europa y las empresas tradicionales del sector deberán adaptarse a este canal si no quieren perder cuota de mercado. En definitiva, la consultora recomienda aprovechar la venta a través de Internet como una oportunidad para crecer y destaca la importancia de trazar una estrategia para conseguir que sea rentable.
Tal y como podemos extraer del informe, el canal online fue donde más aumentaron los ingresos del sector en Europa en 2021, frente a los supermercados y los hipermercados. De hecho, en España es el único que ha experimentado un crecimiento provocado, precisamente, por los cambios en los hábitos de compra de los consumidores debido a la pandemia.
El comercio electrónico de alimentos será sin duda la principal tendencia de cara a los próximos años hasta llegar incluso a representar más del 20% del total en algunos países, según el estudio. En este sentido, desde Mckinsey afirman que los retailers deberán mejorar su oferta digital y ofrecer más opciones para el consumidor. Dentro de los segmentos y las propuestas de valor donde el mercado online se va diferenciando, el que más crece es el de la entrega instantánea, ya que ofrece “una mayor conveniencia con un surtido más reducido, aunque con un precio más alto por producto en el ticket de compra”.
Retos que deberá afrontar el sector de alimentación
– El consumidor es cada vez más exigente. En todos los sentidos. No solo el tiempo se ha convertido en un gran reclamo, también la sostenibilidad, los productos saludables y, en definitiva, la preocupación por ser más conscientes de los productos que adquieren a todos los niveles. Según el informe, el 50% de los consumidores tiene previsto adaptar su gasto en alimentación para que se ajuste más a su estilo de vida, concretamente, el 34% de los encuestados asegura inclinare por alimentos saludables, el 20% locales y el 23% por artículos que sean respetuosos con el medio ambiente.
– Productos frescos y de proximidad. Una de las barreras que la industria alimentaria encuentra en la venta online es la de los productos frescos. Durante los años de pandemia los retailers se han esforzado en mejorar las entregas, no solo en lo referente al mantenimiento de los artículos, sino también a la hora de ampliar los horarios de reparto a domicilio para poder reforzar el servicio.
– Inmediatez. Una de las características que más demanda el consumidor cuando compra online es la inmediatez. En este desafío de intentar reducir los plazos de entrega han surgido modelos de negocio que realizan entregas ultrarrápidas en núcleos urbanos. La mayoría de las compañías del sector de la alimentación disponen de almacenes en los que son los propios empleados los que realizan la compra al cliente tras recibir el pedido online o a través de una app.
– Otro de los retos que deberá afrontar el sector de la alimentación es la creciente demanda de nuevas habilidades, como la gestión de procesos y la ciberseguridad, entre otras, y perfiles que son difíciles de cubrir por la escasez de talento disponible. De hecho, el 39 % de los directivos entrevistados para elaborar el informe creen que la contratación del talento adecuado será una de las principales cuestiones que marcarán al sector en este 2022.
¿Cómo aprovechar estas oportunidades? El informe, para el que se han encuestado a 12.000 consumidores de nueve países europeos y a 57 directivos de distintas empresas, propone establecer alianzas en distintas áreas de negocio para la gestión de costes y capacidades, afianzar la relación con el cliente, automatizar la preparación de pedidos e implementar nuevos modelos de última milla. Los expertos auguran que el futuro del sector alimentario solo será posible si se tiene en cuenta al canal online, ¿será así?