La pandemia y, en especial, los meses de confinamiento fueron las causas principales del ‘boom’ del e-commerce hace ya tres años. Tras el anuncio por parte del Gobierno del estado de alarma y el aislamiento obligatorio, la población empezó a buscar nuevas maneras de abastecerse. Los ya compradores online siguieron con sus compras digitales y los que no lo eran, se vieron prácticamente obligados a ello.
Durante unas primeras semanas complicadas para el comercio electrónico, en las que rompían el stock continuamente y no podían abastecer tanto como quisieran a los internautas debido a las miles de peticiones y faltas de operadores logísticos, el sector se estabilizó. Hemos vivido tres años en las que el e-commerce se ha disparado ya que muchos de los nuevos compradores han decidido seguir ahí, pero ¿ha llegado el momento en el que ha estallado esta burbuja?
Situación actual oscilante
Los últimos datos presentados por la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) referentes al segundo trimestre de 2022 detallan que la facturación del comercio electrónico en España ha seguido aumentando, alcanzando un 33,1% interanual y logrando los 18.190 millones de euros.
Tras la pandemia, uno de los sectores que más está recuperando su terreno son las agencias de viajes y operadores turísticos online y es que, según los datos facilitados por la CNMC, han incrementado su facturación total un 10,2% en el trimestre mencionado. El transporte aéreo ocupa el segundo puesto, con un incremento del 6,6%, y las prendas de vestir, en tercer lugar y muy de cerca, con una subida del 6,5%.
A nivel mundial, el e-commerce no suma tan buenos datos. Según el Departamento de Comercio de los Estados Unidos, el crecimiento de las ventas online durante el primer trimestre de 2023 se ha ralentizado hasta llegar al 6,7%, un ritmo inferior al registrado antes de la pandemia que era del 20%.
Estos datos críticos a nivel global se ven reflejados en las decisiones que están tomando algunas grandes empresas digitales y marketplaces estos últimos meses. El gigante Amazon ha anunciado recientemente que va a despedir a 9.000 empleados, un dato que se suma a los 18.000 del mes de enero. Por su parte, Ebay ha detallado que prescindirá del 4% de su plantilla (unos 500 empleados) tras sus datos negativos del último ejercicio. Ralph Lauren también ha decidido reestructurar su equipo y despedir a 100 trabajadores de sus centros de comercio electrónico y distribución. El Marketplace de Zalando ha seguido la misma línea y ha anunciado recientemente que, tras estancarse sus resultados y hundirse sus beneficios más del 90%, no le queda más remedio que despedir a parte de su plantilla que, hasta ahora, ascendía a más de 17.000 trabajadores. “Durante los últimos años, nuestra empresa se ha expandido demasiado y esto nos ha llevado a un grado de complejidad que ha impactado en nuestra capacidad para reaccionar rápidamente a los cambios”, han detallado sus consejeros delegados en el informe anual de la compañía.
Frenazo postpandemia e inflación
Amazon, además de apuntarse al carro de los despidos, ha anunciado que paralizará la construcción de nuevos centros logísticos hasta 2024. La mayor parte de las compañías coinciden en que, tras unos años muy buenos en el sector online debido al estallido de compras por la pandemia, el volver a la normalidad y el incremento del coste de vida ha repercutido en el este crecimiento que se venía dando en el sector. La coyuntura económica ha repercutido también en los consumidores y es complicado que podamos volver a las cifras de crecimiento de antes de 2020.
El presidente de la patronal logística UNO, Francisco Aranda, en declaraciones recogidas por AGECU (Asociación Española para la Gerencia de los Centros Urbanos) ha detallado que “crecer al mismo ritmo que durante los meses de pandemia no es un objetivo realista porque el escenario fue completamente excepcional”.
A pesar de esta ralentización, nos encontramos dentro de un sector con buena salud económica. Según datos recogidos por eMarketer, en 2022 los e-commerce a nivel mundial facturaron 5.400 millones de euros. Se trata de una cifra que supone en 19,7% del total de ventas del pasado año. El mismo informe refleja optimismo y detalla que este porcentaje seguirá incrementándose en este 2023 hasta llegar al 20,8% de facturación, lo que supone unos 6.000 millones de euros. Si miramos más allá, en 2026 alcanzará los 7.650 millones, lo que supondría el 24% de las ventas totales.
Si nos centramos en España, las cifras que estamos logrando año a año son positivas. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), las ventas en e-commerce rozaron el 20% del total de compras realizadas durante el año pasado. Estas cifras se han doblado en 15 años, ya que en 2008 las compras online únicamente suponían un 9,6% de las adquisiciones totales.