Más naves de almacenamiento en frío, mayor superficie destinada a la logística inversa, automatización y uso de drones, algunos de los principales cambios que el auge del comercio electrónico provocará en los próximos años en el sector.
La demanda de la superficie logística ha crecido desde 2017 por el auge del comercio electrónico, una tendencia acelerada por la pandemia y que seguirá en aumento. Solo en España, las compras onlinesuperaron los 14.613 millones de euros en el último trimestre de 2020, según la CNMC. Y, aunque estas cifras están todavía muy lejos de otros países como Reino Unido, Francia o Alemania, sí es el país que ha crecido a un ritmo más vertiginoso, pero, ¿Qué implicaciones tienen estos números en el sector de la logística?
Las ventas a través de Internet están teniendo un fuerte impacto en esta industria, tanto en el almacenaje, como en el transporte, especialmente, en lo que se refiere a la contratación de superficie logística. Según un estudio realizado por Cushman & Wakefield, durante 2020, la absorción de naves logísticas alcanzó los 830.000 m2 en Madrid. Un aumento de casi el 50% en comparación con 2019. Es más, durante los primeros meses de 2021, la contratación ha sido de 350.000 m2, el trimestre con mayor nivel de absorción de la historia. En el caso de Barcelona, hablamos de una absorción de 256.000 m2, prácticamente el 60% si comparamos este dato con el total anual de 2020.
“Estas cifras de los dos principales mercados logísticos del país reflejan el impulso del e-commerce. Al mismo tiempo, los retailers apuestan por la omnicanalidad, entendiendo el comercio electrónico dentro del triángulo que forman las tiendas físicas, la logística y la nube. Las nuevas formas de comprar equilibran lo físico con lo virtual para una mejor experiencia de compra con el foco puesto en la satisfacción del consumidor”, concluye el estudio de la compañía global de servicios inmobiliarios.
La transformación de la cadena de suministro
Por otro lado, la crisis sanitaria ha sacado a la luz fallos importantes en la organización de la cadena de suministro, a la vez que ha planteado preguntas sobre la viabilidad de algunas prácticas aceptadas hasta antes de la pandemia. Ante el nuevo paradigma, la mayoría de las empresas buscan como reducir el impacto que el Covid-19 ha dejado en su negocio, a la vez que comienzan a poner en marcha una transformación para evitar los mismos errores y ser capaces de adaptarse a la nueva ley de la oferta y la demanda.
Uno de los principales retos a los que han tenido que hacer frente la mayoría de los comercios online, es responder a una demanda muy por encima de los niveles de producción. Con unos centros de distribución diseñados para manejar picos de demanda estacionales, con volúmenes de movimiento de mercancías por lo general, más bajos, muchas compañías tuvieron que limitar sus pedidos por no ser capaces de gestionar los envíos; otras, han tenido que duplicar su mano de obra o recurrir al arrendamiento de espacios temporales.
Según un informe elaborado por CBRE, el gestor de inversiones inmobiliarias más grande del mundo, las principales consecuencias del auge del e-commerce serán:
- Aumentarán las naves de última milla y la demanda de superficie logística. Los locales comerciales que queden vacíos pasarán a ser una parte más de la cadena de distribución de las compañías, convirtiéndose en puntos logísticos de reparto.
- Habrá más superficie logística destinada a la logística inversa. Los expertos auguran que, para los próximos años, entre un 15 y 20% del total de la superficie contratada vinculada al e-commerce, corresponderá a espacio relacionado con la logística inversa. De hecho, una de las posibilidades que se plantean los retailers, es la reconversión de locales comerciales en puntos de almacenaje y distribución para reducir precisamente los costes derivados de las devoluciones.
- Más naves de almacenamiento en frío. El confinamiento provocó tal elevado nivel de demanda en productos alimenticios de primera necesidad, que el transporte de la logística de frío no tenía capacidad suficiente para afrontarlos. A día de hoy, la venta de alimentos como por ejemplo carne, verduras o frutas a través de Internet se ha triplicado, por lo que será necesario un incremento de las naves de almacenamiento en frío.
Automatización y centros logísticos urbanos
Uno de los efectos más inmediatos del auge del comercio electrónico en el sector será la aceleración en la incorporación de las nuevas tecnologías y de la automatización, cuya presencia estará íntimamente ligada a todas las soluciones logísticas. Y si hay una compañía referente en este sentido es Amazon. Además de duplicar su plantilla fija en España en dos años y pasar de 7.000 empleados en 2019 a 15.000 para finales de 2021, el gigante americano ya ha anunciado la apertura de otro centro automatizado más en Corvera (Murcia) antes de que finalice el 2021.
“Contamos con más de 50 centros robotizados en todo el mundo, cuatro de ellos en España. Tres se encuentran ya en funcionamiento en El Prat de Llobregat (Barcelona), Dos Hermanas (Sevilla) e Illescas (Toledo). Estos centros están equipados con la más avanzada tecnología de Amazon Robotics, cuya principal prioridad es preservar la salud y bienestar de los trabajadores”, afirman fuentes de la compañía.
¿El rasgo común de todos ellos? Estar cerca de los principales núcleos urbanos. Según el estudio “Last link: Quantifying the cost” de Cushman & Wakefield, la congestión de las zonas urbanas representa un coste anual de 100.000 millones de euros para los países de la Unión Europea y tiene un efecto adverso sobre los costes logísticos. Por este motivo, instalar centros de última milla que acortan los plazos de entrega del paquete al consumidor se presenta como clave para ahorrar cerca de un millón de euros al año.
En este sentido, el coste más relevante de la cadena logística del e-commerce corresponde al transporte de última milla. Éste representa el 50,3% del gasto total de este capítulo, por encima de partidas como el mantenimiento de inventarios (21,8%); los recursos humanos (9,5%); el servicio al cliente (7,8%), o las rentas de los alquileres (4,3%). Reducir el tiempo de entrega al consumidor hasta un máximo de 30 minutos es crítico para las empresas del comercio electrónico, ya que reduce los costes de transporte hasta el 32% y aumenta la satisfacción de los clientes.
Tal y como se extrae del informe elaborado por Prologis, “Inmologística y automatización”. El estado de la automatización en las cadenas de suministro”, la automatización permite a los clientes optimizar sus cadenas de suministro gracias a la proximidad a mejores ubicaciones. Actualmente su implementación es baja, pero está creciendo de manera significativa.Desde el punto de vista tecnológico, las soluciones de automatización de crecimiento más rápido son más flexibles, más móviles y están menos ligadas a las características físicas de los edificios que en el pasado. La automatización está ayudando a que las cadenas de suministro avancen más rápidamente hacia el futuro; un futuro en el que los centros logísticos serán más dinámicos y productivos.
Y, hablando de futuro, la robótica, el Big Data, el IoT, los vehículos autónomos o los drones reemplazarán a las soluciones logísticas tradicionales, para ofrecer una entrega mucho más rápida, eficiente y sostenible. “Prime Air sigue avanzando hacia nuestra visión de entregar los pedidos en un máximo de 30 minutos, gracias al uso de drones. Somos conscientes de que la única solución que vale la pena lanzar es la que sea increíblemente segura, y seguimos trabajando estrechamente con los reguladores para conseguirlo, porque sabemos que es la única manera de escalar y satisfacer las necesidades de nuestros millones de clientes en todo el mundo”, aseguran desde Amazon.
Sin duda alguna, la pandemia ha acelerado la transformación de la industria logística, provocando que se avance en meses lo que, tal vez, se esperaba en años. El auge del e-commerce, unido a la implementación de nuevas tecnologías y herramientas como respuesta a esa adaptación, va a provocar un mayor rendimiento en los procesos de recepción, almacenaje y expedición de mercancías, un incremento de la seguridad, tanto para el personal, como para las cargas, y una disminución de los costes logísticos. Las ventas a través de Internet están teniendo un fuerte impacto en el sector de la logística y seguirán teniéndolo en los próximos años.