La pandemia y el confinamiento debido a la COVID-19 ha provocado el auge de las dark stores en las grandes ciudades. Francia, y especialmente París, han notado un incremento sustancial de este tipo de comercios de entrega ultrarrápidos. En total, la capital francesa cuenta con más de 60 de estas tiendas, mientras que en el conjunto del país ya se han superado la ochentena, según datos del informe publicado en febrero de este año por APUR (Atelier parisien d’urbanisme).
Las dark stores, o también llamadas almacenes fantasmas, son empresas de comercio electrónico que realizan entregas de compras a domicilio en pocos minutos (mayoritariamente en menos de media hora) y que sitúan sus locales en grandes zonas urbanas. Cuentan con una gran flota de bicicletas o motocicletas para poder realizar sus entregas en el menor tiempo posible.
El auge de este tipo de comercios en Francia ha hecho que desde el propio gobierno pretendan, en los próximos meses, modificar la normativa. Además de París, también hay otras grandes ciudades afectadas como Toulouse, Niza, Marsella o Lille, entre otras.
Negocios no respaldados legalmente
Estos grandes comercios, entre los que destacan empresas como Getir, Glovo, Gorillas, Flink o Cajoo, han recaudado varios cientos de millones de euros desde su implementación en el país galo. De todas maneras, y a pesar de su gran éxito, desde APUR aseguran que este tipo de servicios de entrega no están respaldadas por el marco legal.
Los vendedores de los vecindarios parisinos están en pie de guerra con estos nuevos negocios y aseguran que se trata de una competencia desleal. Por su parte, los vecinos han mostrado también su descontento por el ruido de los repartidores y la contaminación acústica que están generando.
Los ayuntamientos de estas urbes presentaron el pasado mes de julio un borrador de decreto para cambiar la normativa actual. Dicho documento hace referencia a que estas dark stores se deberían tratar como almacenes y no como negocios, tal y como ahora está contemplado. Esta modificación prohibiría que se pudieran instalar en cualquier local de las ciudades. APUR, por su parte, reivindica esta nueva propuesta y añade que “al no acoger público se deberían considerar como almacenes y, por lo tanto, estaría prohibida su ubicación en edificios residenciales”.
Javier Pérez de Leza Eguiguren, CEO y fundador de Future Retail ha asegurado, en declaraciones al blog de Spring GDS Spain, que el rápido crecimiento de las dark stores está llevando a que las autoridades se posicionen desde el punto de vista legal. “Las tiendas oscuras generan mucho tráfico de productos, tanto de entrada como de salida y a unos horarios que normalmente no son los mismos que los horarios comerciales de las tiendas. Todo ello lleva a que tenga un claro impacto en la comunidad y, por tanto, las autoridades se han visto obligadas a reaccionar. Por el momento las restricciones de apertura parecen ser temporales, con el fin de poder adaptar la reglamentación urbanística a esta nueva figura. Lo que parece seguro es que esta nueva reglamentación va a complicar su desarrollo dentro de las ciudades, lo que llevará a que los tiempos de reacción actuales, de 20 a 30 minutos, se harán mucho más complicados y tenderán a subir los costes del servicio. El futuro de las tiendas oscuras será más complicado que el actual”, añade.
Dark stores: ¿almacenes o tiendas?
El ministro de Vivienda y alcalde de Clichy-sous-Bois, Olivier Klein, apoya, según detalla El Mundo, la nueva propuesta y ha afirmado recientemente que no van a dejar que las dark stores se instalen de manera anárquica. “Se trata de regularlo, no vamos a autorizarlas todas porque no son la imagen de una ciudad, donde hay un tejido comercial”, ha añadido.
Por su parte, Olivia Grégoire, ministra de Pequeñas Empresas, ha añadido, según el mismo diario que “una vez que se finalice este decreto, no habrá ambigüedad. Las dark stores se designarán oficialmente como almacenes, no como tiendas, lo que significa que los alcaldes locales tendrán poderes para actuar si así lo desean”.
La nueva ley pretende regular la instalación de este tipo de almacenes fantasma para aclarar si finalmente se les puede considerar como comercios o almacenes y poner de esta manera coto a los que se han instalado de manera ilegal en las ciudades francesas. “Esto no es solo una cuestión de ruido y de interrupción del tráfico. Es una cuestión de sociedad”, declaró hace unas semanas Camille Augey, teniente alcalde de Lyon. Dicho proyecto de ley pretende ser un precedente para regular dicha actividad en otras ciudades a nivel mundial.
Cabe destacar que, a pesar de que algunas de estas dark stores francesas están violando las normas legales, el informe propuesto asegura que no se multará a las empresas ya instaladas y no se verán afectadas, “Únicamente se enviará un acta a las que no hayan solicitado expresamente su instalación sin una autorización”, han detallado desde el gobierno galo.
José Antonio Vallejo, presidente ejecutivo de VallejoGroup, ha asegurado, en declaraciones al blog de Spring GDS Spain, que las dark stores como tal “no existen”. “Se tratarían de Hubs o micro Hubs Urbanos, que son aquellos almacenes urbanos donde se realiza una logística para atender el mercado del e-commerce”, detalla. Además, añade que “la logística urbana nos lleva a reubicar nuestras instalaciones logísticas más cercanas al consumidor final, pero, esta debe tener el menor impacto en las ciudades, las personas y la infraestructura vial urbana. Esta nueva regulación obligaría a las empresas a tomar consciencia de la necesidad de migrar hacia un modelo más sostenible, lo cual nos obligaría a armar mesas de trabajo entre el sector público, privado y académico de tal manera que busquemos soluciones acordes con la problemática de cada ciudad”
Toulouse, Lyon y Lille aplican sus medidas
París no es la única ciudad que se está viendo afectada por este auge de dark stores. Según recoge Perú Retail, Lyon, a principios de febrero, decidió rechazar la instalación de uno de estos tipos de comercios en su ciudad que se pretendía ubicar en una plaza peatonal y céntrica de la ciudad.
Por su parte, según el diario francés Actu.fr, en la ciudad de Lille, tras conocer la implementación como dark store de la marca alemana Flink, su teniente alcalde, Arnaud Deslandes, aseguró que deben “activar el mecanismo y limitar la rotación permanente de entregas supervisando con más dureza este tipo de comercios instalados en el centro de su ciudad”.
Maxime Le Texier, representante electo de grupo AMC (Alternativa por una metrópolis ciudadana) de Toulouse afirmó recientemente al mismo diario francés que “Estas empresas se apoyan en el modelo económico de la uberización, fomentando el trabajo ilegal y la precariedad, estimulando la pérdida de poder entre autoridades públicas y habitantes, aprovechándose de los vacíos jurídicos”.