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Barcelona, una de las ciudades con más tráfico de España, ha decidido reducir la movilidad propiciada por las miles de entregas de paquetes de compras online que cada día reparten cientos de transportistas por la ciudad.
El Ayuntamiento de la Ciudad Condal acordó junto con el sector privado, a principios de año, mejorar la distribución urbana de mercancías de cara al año 2030. De esta manera, el consistorio se ha puesto ya a trabajar para mejorar y hacer más eficiente la distribución urbana de mercancías (DUM) de la ciudad catalana.
En dicho acuerdo se establecen varios puntos, pero uno de ellos es clave para el comercio online. Por una parte, se quiere lograr que en 2030 el 40% de las compras online se entreguen en puntos de recogida y alcanzar un 33% de entregas a domicilio, buscando reducir un 50% las emisiones asociadas a la distribución urbana de mercancías.
Menos saturación de la vía pública
Para lograr estos objetivos, el Ayuntamiento de Barcelona ha detallado que ampliará los Centros de Distribución Urbana de Mercancías dirigidos al sector B2C. Este tipo de espacios tienen un tamaño que oscila entre los 100m2 y los 300 m2, permitiendo repartir un total de 1500 paquetes diarios. Por otro lado, iniciarán un plan de uso para los repartos a domicilio que fija la obligación de contar con un espacio reservado para transportistas para no saturar la vía pública.
El actual alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, hizo referencia hace unas semanas, en unas declaraciones recogidas por La Vanguardia, a la importancia de gestionar de la mejor manera posible el reparto de este tipo de paquetes ya que “es un tema muy importante para la economía y el futuro de la ciudad”. “Entre 2019 y 2020 la venta online aumento un 100% en Barcelona y es importante que trabajemos en evitar los viajes fallidos”. Fuentes municipales han precisado que ya se están creando ocho nuevos puntos de distribución urbana de mercancías (CDUM) en diferentes barrios de la ciudad.
Otra de las medidas que han decidido implantar tras la reunión entre empresarios y sindicatos es la flexibilización de la oferta y la mejora de gestión del estacionamiento en la vía pública, incluyendo más reparto nocturno; potenciar los espacios de recogida y distribución fuera de las vías públicas y apostar por los vehículos eléctricos y la ciclologística para el reparto de paquetes.
La polémica ‘Tasa Amazon’
Tres años y medio después de iniciar el proceso, el Ayuntamiento de Barcelona ha empezado a aplicar la llamada ‘Tasa Amazon’. Cobrará el equivalente al 1,25% de su actividad a 26 operadores postales que trabajan repartiendo paquetería en la ciudad. Dicha medida, según detalla el propio Ayuntamiento, pretende incentivar el uso de los puntos de recogida y la apuesta por el comercio de proximidad. El consistorio cobrará un máximo anual de 2,6 millones de euros por este tipo de reparto.
Los operadores postales que tendrán que pagar esta tasa son aquellos que superen el millón de euros de facturación, encabezado por mucha diferencia por el propio Amazon. Los cinco que suman más volumen de negocio acaparan el 62% de la facturación total (Amazon, Correos Exprés, Seur, DHL y UPS)
De todas maneras, desde el Ayuntamiento de Barcelona han asegurado que, si el fenómeno se reduce y cada vez existen menos furgonetas estacionadas momentáneamente en las calles de Barcelona para poder hacer la entrega de paquetes, la recaudación será menor. En el caso de que la propia empresa apueste también por la entrega de paquetes en puntos de recogida, no se verá afectada por la tasa.
Por su parte, desde la organización empresarial de logística y transporte UNO, en declaraciones recogidas por El País, entienden que el tributo “es antisocial, incrementa los costes de un servicio de interés económico general y reduce las alternativas de venta de empresas minoristas de todos los tamaños, grandes y pequeñas, que se verán obligados a asumir mayores costes o a repercutírselos a sus clientes”.
El presidente de la Patronal, Francisco Aranda, ha detallado que el sector “fue la salvación” de muchos comercios, que pudieron llevar sus productos a los clientesdurante el confinamiento. Pese a que el nuevo tributo se fundamenta en la necesidad de cubrir las desigualdades competitivas con el comercio de proximidad, este acabará viéndose afectado por la tasa”.
En cuanto a las mesuras medioambiental que anuncia el Ayuntamiento sobre la medida lo ve “contradictorio porque estimularía las compras físicas, lo que aumenta los desplazamientos de particulares, incrementando la congestión en la ciudad”.
La misma Patronal UNO solicitó la suspensión de dicha tasa, pero a finales de marzo, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) rechazó hacerlo ya que, según el auto, el tribunal considera que no hay urgencia para suspenderla ya que recuerda que la primera recaudación no se liquidará hasta el 31 de julio. De esta manera, el tribunal mantiene la tasa en vigor mientras estudia el fondo del asunto.