Desde hace varios meses el mundo de la programación web está revolucionado debido a la nueva tendencia de la arquitectura Headless. Cada vez son más los desarrolladores web que están apostando por este nuevo diseño en CMS, pero ¿qué es exactamente?
Un CMS (Content Management System, en inglés) es un sistema de gestión de contenidos para el desarrollo de todo tipo de páginas web. Existen, actualmente, varios programas que permiten realizar este desarrollo, pero uno de los más conocidos y expandidos es WordPress. En la arquitectura Headless lo que se haría es desacoplar el Front-end del Back-end, de esta manera se conseguiría una mayor agilidad operacional y una mayor personalización.
A diferencia de cualquier otra plataforma, éstas permiten experimentar otras tendencias tecnológicas y ser más ágiles y flexibles lo que influiría positivamente a las demandas de los mercados y los clientes. De la misma manera, este tipo de diseños se integran de una manera mucho más sencilla con otros programas y plataformas como los CRM, los ERP y las múltiples herramientas de marketing.
Pero ¿cuál es el principal problema de los CMS tradicionales? Este tipo de sistemas tienen integrado el Front-end y el Back-end lo que muchas veces, para grandes empresas como aseguradoras o empresas de finanzas, puede suponer un gran riesgo de seguridad. Esta integración también provoca que la velocidad, tanto en la optimización del SEO como en el renderizado, sea lenta. Al contar con un código de miles de líneas hace que acabe repercutiendo en la velocidad de carga de las páginas web.
Otra tipología de sitio web que se beneficiaría de estas arquitecturas Headless serían el de una plataforma e-commerce. Al separar el Front-end (la cara visible de la tienda online) del Back-end (la parte más técnica) ambas se seguirían enviando información a través de una API (Interfaz de Programación de Aplicaciones). A pesar de esta separación, ambas partes mantendrían actualizada su información de productos, pagos… de manera instantánea.
Beneficios y funcionalidades
La ventaja más destacada del uso de la arquitectura Headless es el ahorro de tiempo y de errores en la página web. Esto se debe a que, gracias a separar el Front-end del Back-end, se pueden hacer modificaciones de la interfaz de manera independiente sin tener que desplegar todo y que afecte a la página completa. De esta manera, se acortan los tiempos de los cambios y los errores que se puedan cometer al hacerlos.
Si desglosáramos un CMS tradicional veríamos como todos los elementos forman parte de un ‘mismo lugar’: HTML, CSS, imágenes, texto… Para organizar el contenido de la página web y conectar el Front-end y el Back-end se utilizan los frameworks.
Otro de los beneficios del Headless es su compatibilidad para las diferentes plataformas, lo que permite realizar cambios y optimizaciones desde cualquier dispositivo. Además, permite realizar pruebas y experimentos de los diseños y su estructura antes de lanzar el sitio.
En cuanto a la experiencia de usuario frente a este nuevo modelo, los internautas que naveguen por tu página web no notarán cambios al hacerlo en los diferentes dispositivos. En el caso de utilizar la arquitectura Headless en una tienda online, podrá ofrecerles una experiencia más personalizable y segura al poder incluir métodos de pagos como PayPal o un código QR. Además, en cuanto a las compras en e-commerce, esta nueva tecnología aumenta la personalización de Customer Journey ya que el sistema Back-end reconocerá a la persona que esté comprando a través de sus diferentes dispositivos, por lo que beneficiará a la omnicanalidad.
CMS híbrido: ¿la mejor opción?
Pero ¿qué es mejor, un CMS tradicional o un Headless? Desde Gartner aseguraron hace unos meses que la mejor opción sería combinar ambos. Es el llamado CMS híbrido o CMS ágil. De esta manera se pueden crear y actualizar contenidos y proporcionar la flexibilidad de las arquitecturas omnicanales que anteriormente hemos comentado.
Un CMS híbrido consistiría en contar con un CMS desacoplado y Headless pero con un Front-end. Destacaría por estar desacoplado del Back-end pero con una capa de presentación muy similar a la de un CMS tradicional autónomo. De esta manera, los desarrolladores cuentan con una solución intermedia que les permite entregar contenido en sus múltiples canales y también ofrece a los especialistas del marketing trabajar en ciertas interfaces tradicionales de los CMS de toda la vida: herramientas de administración de plantillas, navegación del sitio web…